Todo sobre la biofortificación: qué es, qué tipos hay y por qué es importante para paliar el problema de la desnutrición
Los micronutrientes (minerales y vitaminas) a pesar de ser requeridos en pequeñas cantidades, juegan un papel crucial en nuestra salud. Muchos de estos micronutrientes son cofactores necesarios para el funcionamiento de enzimas esenciales en nuestro organismo y sus carencias causan numerosos efectos adversos en la salud humana.
A largo plazo, por ejemplo, dan lugar a alteraciones del desarrollo intelectual y psicomotor, del crecimiento o aumentan la morbilidad de enfermedades infecciosas en niños. Estas deficiencias pueden afectar a todos los grupos de edad, siendo los niños pequeños y las mujeres en edad reproductiva los que tienen mayor riesgo de desarrollar carencias de uno o varios micronutrientes.
Según datos de la FAO a nivel global, se estima que en torno a 2 mil millones de personas (30 % de la población mundial) presentan una deficiencia crónica de micronutrientes esenciales, siendo los países subdesarrollados o en vías de desarrollo las zonas más afectadas (Figura 1). En concreto, las formas más comunes de desnutrición por deficiencia de micronutrientes son son la carencia de hierro, de vitamina A y de yodo. Aunque también existen deficiencias de zinc, calcio, manganeso y selenio.
Solucionar la carencia de micronutrientes con la biofortificación
Para dar solución a la desnutrición por carencia de micronutrientes, existen
diversas estrategias como son la diversificación de la dieta, la ingesta de suplementos alimenticios, la fortificación de alimentos o la biofortificación, la cual consiste en incrementar la concentración de microelementos esenciales en la parte comestible en los productos cosechados. En el caso de la diversificación de la dieta, es algo que resulta difícil de lograr en los países en desarrollo, al igual que la suplementación o la fortificación de alimentos, por lo que la biofortificación se decanta como una de las opciones más rentables para dar solución a la desnutrición por carencia de micronutrientes.
Estrategias y tipos de biofortificación
Para aumentar la cantidad de micronutrientes en las porciones comestibles de las plantas a través de la biofortificación, se pueden usar dos estrategias, bien por separado o en combinación.
- Biofortificación genética: se centra en la obtención de variedades con altas
concentraciones de micronutrientes y bajas de antinutrientes a través de la selección o el mejoramiento vegetal. La obtención de estas variedades puede ser lograda a través de programas de mejora clásica por cruzamiento convencional, o a través de la creación de plantas transgénicas. - Biofortificación agronómica: busca incrementar la concentración de
micronutrientes esenciales en las partes comestibles de las plantas mediante la fertilización. En cuanto a la forma de aplicación, se puede usar la fertilización en suelo o foliar, bien por separado o en combinación.
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